Beneficios psicológicos de tener mascotas en la infancia

Son múltiples los beneficios de tener mascotas para las personas:  activación física, reducción del estrés o una disminución de los sentimientos de soledad son algunos de ellos. Pero hay una parte de la población para la que es especialmente ventajoso compartir hogar con una o varias mascotas, y esos son las niñas y los niños. La interacción con las mascotas aporta numerosas ventajas en el desarrollo psicológico, intelectual y social de los más pequeños de la casa.

 A continuación, se enumeran los principales beneficios psicológicos de tener mascotas durante la infancia:

  1. Fomenta el apego seguro y el afecto: la primera infancia es la etapa donde se asientan los estilos de apegos y los primeros lazos afectivos que determinarán en mayor o menor medida como serán las futuras relaciones. Con una mascota en casa, los niños y niñas tienen la oportunidad de crear lazos sentimentales intensos y sinceros con sus animales, gracias al juego, el cariño incondicional y la seguridad que estos son capaces de transmitir.
  2. Desarrollo de la inteligencia emocional y la empatía: gracias a la interacción con sus mascotas, los peques logran entender mejor sus propias emociones. Interaccionar con otro ser vivo ayuda a entender lo que nuestras acciones pueden provocar en el otro. La interacción afectiva que tengan los niños con sus mascotas fortalecerá este aprendizaje, activando, por ejemplo, la compasión si ve al animal herido.
  3. Adquisición del sentido de la responsabilidad y la autonomía: los animales domésticos necesitan de unos cuidados básicos del que los propietarios somos responsables. Que los niños y niñas se hagan cargo de sus mascotas o nos acompañen en sus cuidados si son muy pequeños, les obliga a desarrollar actitudes responsables para procurar el bienestar de sus compañeros.
  4. Potencian la autoestima: además de fomentar que los peques se vean autónomos, los niños y niñas reciben afecto de algunas de sus mascotas sin juicios y pidiendo únicamente más cariño a cambio. Sentirse importante y querido es fundamental para una autoestima positiva en la infancia.
  5. Reducen el estrés y la ansiedad: la interacción con nuestras mascotas puede ayudar a los niños a gestionar mejor sus sentimientos de estrés y ansiedad. Cuando los peques se alejan temporalmente de sus padres, las mascotas pueden calmar su ansiedad por separación. Actividades como pasear o jugar con las mascotas les sirven para distraerse o aliviarse de la intensidad de los síntomas.
  6. Primeras experiencias con la muerte: las mascotas, por desgracia, suelen durar muchos menos que las personas. Por esta razón, es común que el fallecimiento de una mascota sea el primer contacto que los niños y niñas tengan con la muerte. Esta situación tan triste, puede ser a la vez enriquecedora para ellos. Es una oportunidad para explicar el proceso de la vida, entender la muerte y aprender a elaborar un duelo sano. 

Es necesario tener en cuenta que cada animal tiene unas características diferentes y que muchos de ellos necesitan ser educados, por lo que la responsabilidad de su cuidado no debe caer en su totalidad en el menor, sobre todo si son muy pequeños. Asimismo, hay mascotas que, por sus rasgos naturales, no son las más adecuadas para vivir junto a infantes. Incluir una mascota en la familia debe ser una decisión responsable y premeditada.