HISTORIAS NAVIDEÑAS

Chritsmas Carol, Cuento de Navidad de Charles Dickens, 1843, cuenta la historia de Mr. Scrooge, un empresario huraño que vivía en su mundo y no le agradaba la Navidad. Cambia su forma de ser durante unas frías navidades debido a la visita de tres fantasmas, que le muestra las navidades del  pasado, presente y futuras.

George Bailey (James Stewart) en la película Que bello es vivir,  de Frank Capra, es un hombre de familia, idealista y trabajador incansable que se deteriora mentalmente al saber que está a punto de perder todo su negocio familiar. Abrumado por la situación de grave crisis económica y a punto de suicidarse ocurre algo extraordinario que le cambiará la vida y su manera de interpretarla. Un ángel intentando “ganarse sus alas”, se convertirá en un excelente psicoterapeuta al proponerle un experimento, plantearse como sería la vida si él no hubiese nacido.

En ambas historias, los tres fantasmas y el ángel se convierten en psicoterapeutas, que ayudan  a modificar la visión  negativa que los protagonistas tienen sobre sus vidas. A partir de una serie de flashbacks, les ayuda  a recordar y apreciar todas aquellas cosas buenas y positivas que han realizado en vida, un terapéutico repaso de cuanto han ayudado a los demás y de cuanto pueden ayudarles en el futuro.

Distorsiones cognitivas y actitudes muy negativas dominan los pensamientos de las personas que están pasando por una fuerte crisis, de tal manera que solo ven lo terrible y la oscuridad en sus vidas, algo difícilmente tolerable, estas personas pueden llegar a ignorar lo positivo de  sus vidas debido a las dificultades que puedan estar viviendo. 

Muchas de estas personas aprenden durante estas graves crisis a relativizar sus problemas, a cambiar sus actitudes por otras más eficientes que les permitirán ver todo de otra manera. Aprenden durante su recuperación a reenfocar aquellos aspectos positivos que rodean su vida, la familia, los placeres simples, los logros pasados o los amigos que tanto quieren. Una nueva visión de sus seres queridos y de los pequeños detalles en qué consiste la vida, incluso interpretan de otra manera decepciones y factores de estrés.

Ambas historias clásicas, nos ofrecen  esperanza y optimismo a través de evolución de personajes capaces de superar una crisis vital durísima. Están repletas de valores humanos tan necesarios como la generosidad, la empatía, la gratitud y la compasión.

Recomendamos verlas en familia durante estas Navidades.