Carga Mental

La carga mental es un síndrome que sufren las mujeres que viven abrumadas por el cúmulo de responsabilidades de su vida cotidiana dentro de una familia heterosexual o monoparental. Este concepto fue descrito por primera vez por la socióloga Susan Walzer, en 1996, en su estudio “Thinking about the baby” y tiene una clara distinción de rol de género.

La carga mental, aumenta hasta en un 91% con la llegada de la maternidad. Añadiéndose a la lista de tareas, otras tantas relacionadas con el cuidado de los hijos e hijas.

La carga mental es un problema de roles de género

Por supuesto, esto se debe al aprendizaje y no a la naturaleza. El por qué de esta distinción por sexos, es meramente cultural y nada tiene que ver con la capacidad natural de las personas. Estas capacidades de cuidar y criar no son intrínsecas de la mujer ni están segregadas por sexo, es una cuestión aprendida en un mundo aún dominado por el patriarcado. Por el que son las mujeres, en su mayoría, quién más padecen de esta carga mental.

Hoy en día, es más común ver que las parejas jóvenes se reparten las tareas de casa y crianza. Sin embargo, esto no suele ser suficiente. No se trata solo de repartir tareas, sino de que en una pareja, la responsabilidad sobre la casa y los hijos sea del 100% para cada uno de los integrantes.

Es decir, si al reparto de las tareas, le restamos la corresponsabilidad, nos sigue quedando la carga mental. De nada nos sirve que la parte A se ocupe del baño y la parte B de la cocina si la parte B le tiene que recordar a la parte A que tiene que limpiar el baño, cuándo, cómo y con qué.

En el momento en que asumes la responsabilidad de tu hogar e hijas o hijos, empiezas a prestar atención a las necesidades que tienen, cuándo las tienen, y cómo cubrirlas. Ya no necesitas preguntar a la otra parte, por tanto, ésta no necesitará estar atenta a que las cosas se estén haciendo bien. En conclusión, quedará más liberada de su carga mental.

¿Qué incluye la carga mental?

Esto dependerá de cada persona, familia y situación. Pero vamos a poner un ejemplo:

Limpieza:

  • Limpieza de la cocina: fregar platos y guardarlos, ver si la nevera necesita limpieza, la encimera, ver si hay productos caducados, barrer suelo, fregar suelo, limpiar y desengrasar paredes y armarios, la campana, etc.
  • Limpiar baño: lavabo, váter, bañera, fregar suelo, ver si hay pelos para que no se atasque el desagüe, vaciar papelera, ver si hay toallas limpias suficientes, si hay que cambiar los cepillos de dientes, etc
  • Habitaciones: hacer camas, doblar la ropa y guardarla, guardar zapatos, recoger ropa sucia, ventilar, limpiar polvo, barrer, fregar, etc.
  • Salón
  • Pasillos
  • Aseos
  • Patio
  • Otras cosas: mascotas, pelos de mascotas, alimentar a la mascotas, recoger papeles, juguetes, utensilios, vasos, resto de comidas, ceniceros o cualquier otra cosa que este fuera de su sitio o provoque suciedad y mal olor, ventilar la casa, poner lavadoras, tender, recoger la ropa, plancharla y guardarla, etc.

Crianza y cuidados:

Cuidados del bebé: dar pecho a sus horas, atenderlo cuando llora (incluida las noches), bañarlo, darle el medicamento a sus horas, saberse sus horas, cambiarle el pañal, mirar de vez en cuando que el pañal esté sucio, no dejarlo sin vigilar mucho rato, cuando empieza a andar y comer sólido vigilar donde está, que tiene en la boca o coge con las manos, saber que puede comer y que no, etc.

Cuidados cuando son más mayores: comprar materiales del cole, ropas, alergias y enfermedades, medicamentos, ayudar con los deberes, llevar a extraescolares o fiestas de cumples, jugar con ellos, etc.

Cuidados de otros familiares dependientes.

Necesidades del hogar: Hacer la compra, saber que es necesario comprar, revisar y pagar facturas o llamar para arreglar posibles averías.

Este es un ejemplo de las preocupaciones y tareas que tienen de media las mujeres en España. Además, habría que sumarle la carga mental del trabajo y, en algunos casos, la carga mental del cuidado de la pareja (estar atenta a sus citas médicas, medicamentos, dietas u otras necesidades) e incluso de los familiares de la pareja. Se ven casos donde mujeres de mediana edad, tienen a su cuidado a sus padres, suegros e hijos, llevando a un agotamiento físico y psicológico que deriva en lo que se llama ‘’El síndrome del cuidador’’.

Consecuencias de la carga mental

En la mayoría de los casos, a la carga menta del hogar y la crianza, hay que sumarle otras cargas como son las laborales, las de salud, las económicas y las sociales.

Cuando una persona está sobrecargada de tareas, responsabilidades, cosas que recordar y de las que estar atenta, su sistema acaba decayendo, produciendo consecuencias físicas y psicológicas que pueden llegar a ser graves:

  • Agotamiento y/o debilitamiento físico
  • Problemas de sueño
  • Ansiedad
  • Estrés
  • Depresión
  • Síndrome del cuidador
  • Desgaste de la pareja
  • Irritabilidad
  • Cefaleas, migrañas, dolores de estómago, musculares, etc.

¿Cómo reducir la carga mental?

A continuación, algunos tips para aminorar la carga mental sufrida.

Aunque este es un fenómeno estudiado en mujeres en relaciones heterosexuales, por ser la parte de la población que mayoritariamente lo sufre, si eres hombre y/o estás en una relación homosexual, y sientes que estás pasando por la misma situación, también puede venirte bien leer las siguientes sugerencias:

  • Hacerse consciente, por ambas partes, de todas las responsabilidades que conlleva el hogar y la familia.
  • Hacer un reparto de tareas equitativo y previamente pactado
  • Soltar el control / asumirlo
  • Proponerse descansos y ratos de ocio
  • Proponerse ratos en pareja
  • Recogerlo todo en un contrato entre la pareja

Si después de leer este artículo, crees que la carga mental te está pasando factura a ti y/o a vuestra relación, y que necesitas ayuda profesional para que te ayudemos a libérate de ella, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Tanto en terapia individual como en terapia de pareja, podemos ayudarte.