Terapia psicológica con Realidad Virtual

En las últimas décadas se está produciendo un auge exponencial de las aplicaciones a través de realidad virtual dedicadas a diversas ciencias. Entre las disciplinas que cuentan con mayor provecho de esta tecnología se encuentra la ingeniería, defensa o las ciencias de la salud, entre ellas la psicología.

Dentro de la psicología, el ámbito que está sufriendo mayor atención es el de la intervención de distintas patologías, aunque también se están produciendo grandes avances en el terreno de la evaluación como en el caso del TDAH o el daño cerebral.

A continuación, enumeramos algunas de las principales patologías que cuentan con tratamientos eficaces a través de realidad virtual:

  • Aerofobia: El miedo a volar es una de las fobias más difíciles de tratar, debido principalmente a la dificultad de exposición del paciente al estímulo fóbico en situaciones controladas, este miedo puede interferir de forma importante en la vida del que lo padece, limitando su capacidad de realizar grandes desplazamientos e incluso el contacto con familiares o amigos. La realidad virtual permite exponer al paciente a un entorno controlado, en el que este pueda emplear las estrategias de afrontamiento trabajadas durante la terapia. Asimismo, permite alterar las distintas condiciones del ambiente, graduando la intensidad de los estímulos y favoreciendo en el paciente su capacidad de control.
  • Estrés postraumático: Los entornos virtuales permiten la exposición controlada del paciente a estímulos que hubieran podido generar estrés postraumático como puede ser el miedo a conducir tras haber sufrido un accidente de tráfico, salir de noche tras un asalto, o miedo a estar solo/a junto a desconocidos tras situaciones de abuso. Esta exposición forma parte de la terapia para superar el trauma.
  • Acrofobia: El miedo a las alturas es uno de los miedos más comunes en las personas. La realidad virtual permite la exposición del paciente a un entorno seguro, en el que este pueda controlar su ansiedad. Además, permite introducir al paciente a distintos tipos de situaciones novedosas para favorecer su capacidad de control y dotarle de mayor cantidad de recursos con los que afrontar las distintas situaciones fóbicas.
  • Parálisis cerebral: Diversos estudios han evidenciado como a través de técnicas de realidad virtual se puede mejorar la capacidad de propiocepción, tono postural y equilibrio de personas con parálisis cerebral. La realidad virtual gracias a su capacidad de provocar sensaciones de interacción e inmersión puede llegar a promover la creación de nuevas conexiones sinápticas, además su capacidad de individualización y flexibilidad permite integrar la técnica en programas con mayor preferencia por parte del paciente.
  • Trastornos de ansiedad: La realidad virtual permite la exposición a una gran cantidad de estímulos generadores de ansiedad, como pueden ser los exámenes, conducir en coche, hablar en público, etc. Esta exposición se realiza de forma controlada y permite poner en práctica los recursos aprendidos para hacer frente a la situación, con la ventaja de la seguridad del entorno. Asimismo, permite el entrenamiento en relajación y respiración en entornos especialmente diseñados para ello.
  • Claustrofobia: El miedo a los espacios cerrados puede llegar a ser muy limitante para la persona que los padece, hasta el punto de no poder coger ascensores, realizar resonancias magnéticas o montar en determinados vehículos. La realidad virtual facilita la exposición controlada a diversos estímulos, con el fin de que el paciente pueda llegar a afrontar la situación real con un nivel tolerable de malestar.
  • Trastornos del Espectro Autista: La realidad virtual puede favorecer procesos en los que los niños con trastornos del espectro autista presentan dificultades como puede ser la interacción social. Los entornos virtuales, dado su gran atractivo, pueden generar sensaciones en estos niños favoreciendo la adquisición de habilidades de interacción.
  • Tripanofobia: El miedo a las inyecciones es bastante común, sobre todo en niños. La realidad virtual facilita la exposición controlada del paciente a la situación fóbica, permitiéndole introducirse en una experiencia inmersiva muy semejante a la real. Esto le permite emplear estrategias de afrontamiento que le permitirán enfrentar la situación real con mayores recursos.
  • Miedo a animales: La realidad virtual facilita la exposición de distintos estímulos de naturaleza animal. Estos estímulos pueden llegar a ser muy limitantes para las personas que sufre fobia a algún tipo de animal. La exposición al estímulo en un entorno virtual capacita al paciente a experimentar la situación con mayor seguridad y le facilita el empleo de estrategias de afrontamiento más adaptativas.
  • Agorafobia: Los espacios abiertos pueden llegar a causar ataques de pánico en personas con agorafobia. La realidad virtual permite controlar la exposición del paciente a dicho ambiente, permitiéndole abandonar de forma segura el entorno sin llegar a causar un excesivo malestar.
  • Dificultades del aprendizaje: Los entornos virtuales permiten realizar diferentes entrenamientos en dificultades de procesos del aprendizaje como la lecto-escritura, estos entornos facilitan el acceso a diversos estímulos con el fin de crear una sensación de multisensorialidad que permita establecer una relación más favorable con los estímulos trabajados como pueden ser letras, números, conceptos, etc.

En el Centro de Psicología Altea contamos con las últimas tecnologías para la aplicación de técnicas validadas a través de realidad virtual. Si quiere saber más sobre esta tecnología no dude en contactar con nosotros.