Técnica del espejo para mejorar la autoestima

Tener una autoestima alta es básico para una buena salud psicológica, pero hoy en día los estándares de belleza y el modelo educativo global impiden a las personas una buena relación consigo mismas. Muchas personas crecen y viven sin reparar en aquellos aspectos positivos que poseemos, ni aprenden a amarse a sí mismas ni a reconocerse como la primera persona a la que deben amor y respeto.

¿Para qué sirve la técnica del espejo?

En consulta, una de las principales demandas de los pacientes es la de mejorar su autoestima. Educarse y reeducarse en autoestima y amor propio es crucialmente importante y, para ello, la técnica del espejo resulta ser una de los recursos que mejores resultados han dado para mejorar este aspecto de nosotros.

Esta técnica funciona porque trabajamos con nuestra propia imagen y nos hablamos directamente a nosotros mismos. Nos exponemos a observar las cosas en las que evitamos detenernos para descubrir que tenemos más aspectos positivos de los que creíamos y educamos a nuestra mente para aceptar lo que consideramos defectos.

¿Para quiénes está indicada esta técnica?

La exposición al espejo está indicada para niños, adolescentes, adultos y personas mayores. En resumen, cualquier persona puede realizar esta actividad, en especial aquellos que sienten que su autoimagen está dañada y que necesitan mejorar su autoestima.

¿Cómo se realiza la técnica del espejo?

⦁ El primer paso será hacer unas respiraciones profundas o un ejercicio de relajación breve.

⦁ A continuación, nos colocamos delante del espejo y hacemos un primer escáner de nuestro cuerpo sin llegar a valorarlo. No juzgamos, tan solo describimos lo que vemos de manera objetiva y sin juicios. Pueden venir emociones y pensamientos desagradables, deberemos aceptamos y seguir con el ejercicio.

⦁ Una vez que hemos hecho un chequeo neutral, pasamos a los juicios, pero lo haremos sin insultarnos y sin olvidarnos de las partes que sí nos gustan de nosotros. De nuevo, pueden venir emociones desagradables, como tristeza, ira, frustración… es normal que sentir todo eso al principio.

⦁ Por último, hazte estas preguntas:

¿Qué ves en el espejo?

¿Cómo es esa persona que te mira desde el espejo?

¿Conoces a la persona que tienes delante?

¿Cuáles son las cosas buenas que tiene esa persona?

¿Tiene alguna cosa mala?

¿Qué es lo que más te gusta de esa persona?

¿Habría alguna cosa que quisieras cambiar de la persona que tienes delante?

Para que el ejercicio resulte eficaz, deberá realizarse al menos una vez al día.

Tendrás que poner el esfuerzo de buscar esos aspectos positivos que, con toda seguridad, tienes. Te puede ayudar anotar aquellas cosas buenas que encuentres e ir recordándotelas.